La industria de las bebidas vive un período de efervescencia, impulsado por los cambios en el comportamiento del consumidor, los nuevos patrones de consumo y una búsqueda acelerada de innovación. En un contexto donde la salud, la sostenibilidad y la experimentación cobran protagonismo, el envase se está convirtiendo en un diferenciador estratégico, y la lata de aluminio se ha convertido en un motor de innovación.
Una tendencia observada a nivel mundial, especialmente en ferias y reuniones técnicas del sector, como Drinktec, celebrada en Múnich, es la creciente atención a las bebidas saludables: cervezas con contenido alcohólico reducido o nulo, refrescos con bajo contenido de azúcar o sin azúcar, y el desarrollo de bebidas funcionales con proteínas, vitaminas y propiedades digestivas. El evento reunió las principales innovaciones del sector y confirmó el papel del envase como elemento esencial para diferenciarse y conectar con los consumidores. Esta tendencia ha impulsado a grandes y pequeñas marcas a diversificar sus portafolios. Y es aquí donde la lata emerge como un aliado estratégico: ligera, práctica, segura y con un excelente rendimiento de conservación del producto.
Según Mintel, la Agencia Global de Inteligencia e Investigación de Mercados, en Sudamérica, más del 50% de los nuevos lanzamientos de bebidas se envasan en latas, lo que refuerza la preferencia de las marcas por este tipo de envase. La razón de esta prominencia radica, entre otros factores, en la versatilidad del aluminio, especialmente con el avance de las tecnologías de impresión que permiten la personalización y las ediciones limitadas, atributos valorados por los consumidores más jóvenes, que buscan productos que se ajusten a su estilo e identidad.
El desarrollo de tecnologías de impresión de latas, como la impresión digital, ha permitido la producción de lotes más pequeños y personalizados con calidad fotográfica, lo que permite lanzamientos rápidos, campañas de temporada y una mayor conexión con el público objetivo. Características como las tintas termocrómicas (que cambian de color con la temperatura), los acabados texturizados e incluso las tapas con elementos braille han transformado el envase en una plataforma de comunicación directa con los consumidores, ampliando su función más allá de la protección del producto. Entre los avances más recientes se encuentra la tecnología Dynamark™ Advanced Pro, recientemente galardonada en premios del sector por su combinación de precisión técnica y creatividad, que potencia el potencial de la impresión digital variable, permitiendo múltiples diseños en una sola tirada y ampliando las posibilidades de personalización con eficiencia y reducción de residuos.
Más allá de la mera estética, estas innovaciones responden a una necesidad real de las marcas: diferenciarse en el lineal. La mayoría de las decisiones de compra se toman en el lineal, donde el envase influye considerablemente en la elección del consumidor.
Además de la innovación visual y funcional, existe otro aspecto cada vez más valorado: la sostenibilidad. Las latas de aluminio son altamente reciclables y el proceso de reciclaje ahorra aproximadamente el 95 % de la energía necesaria para producir aluminio primario, y el envase puede volver a los estantes en unos 60 días, luciendo como una lata nueva. Estos atributos refuerzan el potencial del aluminio como solución para un modelo de consumo más consciente y responsable.
Este escenario de innovación acelerada, impulsado por una generación que experimenta más, consume con propósito y valora las marcas comprometidas, desafía a los fabricantes a replantear sus estrategias. La agilidad en el lanzamiento de productos y la personalización de envases son ahora activos esenciales para competir en un mercado dinámico.
La buena noticia es que la industria ha respondido. Tecnologías que antes estaban restringidas a los grandes productores ahora son más accesibles para los pequeños y medianos fabricantes, lo que democratiza el acceso a la innovación. Este movimiento se traduce en una mayor diversidad en los anaqueles y productos más acordes con los valores del consumidor contemporáneo.
La lata de aluminio, antes considerada solo como una solución práctica, es ahora un actor clave en la transformación de la industria de las bebidas. Representa, en forma y contenido, la convergencia de innovación, experiencia y sostenibilidad: pilares esenciales para el futuro de la industria.