Cuando se analiza una relación a largo plazo, a menudo nos centramos en los grandes hitos: la mudanza, los desafíos superados. Sin embargo, para mí, el verdadero indicador de salud y vitalidad reside en algo mucho más sutil y a menudo subestimado: el coqueteo mutuo. Es la chispa que se niega a morir, el recordatorio constante de que la pareja no solo comparte un pasado y un futuro, sino que todavía se elige activamente en el presente.
La frase "Algunas cosas no funcionan porque te mereces algo mucho mejor" a menudo se usa como un consuelo superficial ante un fracaso o una pérdida. Sin embargo, desde la perspectiva de la psicología de la autoestima y la valía personal, esta máxima representa un mecanismo de reestructuración cognitiva esencial para la salud mental. No es un escape de la responsabilidad, sino una poderosa directriz para reinterpretar la adversidad a través del lente de la autocompasión y el crecimiento.