Moncinema

La agrupación formada en 2020 deja a un lado la sátira para crear la canción más ambiciosa de su carrera hasta el momento. En este tema, la banda atraviesa diferentes pasajes sonoros que recrean el telón de una lírica cruda inspirada en las tantas historias de los jóvenes que son enviados a combate para defender una bandera. 


«La guerra es la lucha a muerte entre muchachos que no se conocen, pero que están dispuestos a dar la vida por un país que por lo general los ignora», señala Leandro, vocalista y fundador de Narcocracia


En el primer segmento, la influencia de ritmos colombianos, interpretados por guitarras acústicas, es evidente y refuerza el prólogo de la historia que Narcocracia narra en la canción: «Dejando atrás sueños e ilusiones, de una vida, de una familia, por salir a marchar, por salir a disparar».


De esta manera, ‘Epifanía’ teje una trama que gana en intensidad a medida que se destapa la crudeza de su letra e involucra diferentes lenguajes del rock como el groove, el power y el metalcore, apoyada también en la fuerza que aportan dos músicos invitados de la agrupación bogotana Holyforce: Fabián Galindo, quien interviene con voces limpias que complementan los tonos rasgados tipo scream, y Alexander Pirabán, responsable de los segundos solos de guitarra. 


«Es una canción que transita entre la reflexión y el reclamo desesperado», agrega la agrupación.



La epifanía, menciona Narcocracia, «está en abrir los ojos y entender que es un conflicto ajeno a sus intereses reales». Bajo esta afirmación, la agrupación conformada por Leandro Martínez (voz), Héctor Rubiano (guitarra/coros), Julián Osorio (bajo/coros) y Alexander Velandia (batería), reafirma una premisa fundamental en su concepto artístico: retratar sin filtros la realidad política y social del país. 


Inspirada en el conflicto interno, ‘Epifanía’, escrita por Natalia Díaz Guardiola y Narcocracia, desarrolla un concepto donde lo simbólico, lo musical y lo literario se cruzan para elaborar un retrato del rostro más oscuro de Colombia. Así se evidencia también en el video oficial. 


Las vendas que cubren los ojos de los protagonistas, las expresiones en sus rostros, el desgaste de la guitarra acústica que interviene en diversos segmentos, los primeros planos y el desarrollo narrativo hasta el momento en que la epifanía aparece, acentúan la inquietud que proyectan los demás elementos de la canción. Rodado en blanco y negro, el videoclip se sincroniza con la intensidad musical y lírica de la canción.


«Es un video limpio donde la narrativa somos nosotros mismos representando a un personaje implícito que reflexiona sobre lo que está arriesgando en el conflicto», enfatiza la banda. 


Compuesta por segmentos instrumentales prolongados y puentes agresivos, la canción no permanece estática y conduce al espectador hasta el momento en el que el protagonista llega, de manera tardía, a la revelación y comprende que su sacrificio no valió la pena y está muriendo en vano.



Narcocracia construyó su nombre y fundó su concepto como denuncia a la fusión enferma entre el narcotráfico y el poder político. En ‘Narcoaventuras en el País del Sagrado Corazón’ y ‘Realismo trágico’, sus discos anteriores, la banda desplegó la sátira y la crítica frontal para retratar la corrupción, el abuso del establecimiento, la violencia y otras formas de precariedad social con mordacidad. 


«En ‘Epifanía’, por su parte, deja al descubierto otra faceta donde la introspección toma el lugar del humor sin perder el carácter que ha identificado a la agrupación desde sus inicios», explica Rugidos Disidentes, jefe de prensa de Narcocracia para este lanzamiento. 


«Es una reflexión alrededor de las consecuencias de la guerra y de la violencia para aquel que, sin importar el bando, está en el campo de batalla», concluye.


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