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Todos tenemos esa canción que, al sonar, nos devuelve a un instante preciso: un primer beso, una ilusión que parecía eterna o una decepción que nos partió en dos. La música tiene el poder de traer de vuelta los amores que ya se fueron, los amigos que marcaron una etapa y los aprendizajes que nos hicieron crecer. Esa es la esencia de A veces me enamoro, pero se me pasa rápido, el nuevo libro de Juliana Di María que transforma la memoria emocional en literatura y propone una experiencia distinta: leer como si escucháramos una playlist del corazón. 


La historia está narrada a través de Emma, una joven que se mueve entre España y Estados Unidos mientras vive romances fugaces, amistades intensas y descubrimientos personales que la marcan para siempre. Su relato no está construido desde la idealización del amor, sino desde la crudeza y la autenticidad de la juventud: esos amores que nos sacuden y se apagan, las amistades que parecen eternas pero cambian con el tiempo, y la certeza de que el verdadero viaje no es hacia otra persona, sino hacia uno mismo. El lector acompaña a Emma en este recorrido mientras cada capítulo está atravesado por una canción icónica entre los 2000 y 2024, desde Amaral y La Oreja de Van Gogh hasta Ricardo Arjona y Shakira. El resultado es una experiencia literaria sensorial, cargada de nostalgia y complicidad, que conecta con quienes alguna vez sintieron que su vida tenía una banda sonora propia. 


El libro se caracteriza por un tono confesional y cercano, escrito como si Emma hablara directamente con una amiga o escribiera en su diario. Este recurso narrativo crea un diálogo íntimo con el lector y lo convierte en parte activa de la historia. “Quise que la música fuera parte de la historia porque es imposible recordar un amor sin que aparezca de fondo la canción que lo marcó”, afirma Juliana Di María, convencida de que los recuerdos emocionales están tejidos con melodías que nos acompañan toda la vida. 


Más allá de los romances y el desamor, A veces me enamoro, pero se me pasa rápido es también un libro sobre la identidad y el amor propio. Emma no es la heroína perfecta ni el cliché de la comedia romántica: se equivoca, se contradice y a veces se pierde, como lo hacen muchas mujeres jóvenes que buscan encontrarse. “Escribí este libro porque quería contar lo que nunca se dice de los primeros amores: que duelen, que nos marcan, que a veces son fugaces… pero que al final lo más importante es aprender a elegirse a una misma”, explica la autora. 


El libro aporta a la conversación cultural al rescatar la música como memoria colectiva: esas canciones que, al escucharlas, nos devuelven a un instante preciso de nuestra vida. También plantea un recordatorio necesario en tiempos donde la validación externa parece pesar demasiado: que el mayor acto de amor es aprender a elegirse. La obra está dirigida especialmente a mujeres que han vivido la montaña rusa de la juventud, que se han enamorado, han sufrido decepciones, han cantado sus emociones a todo volumen y que ahora encuentran en el amor propio un destino inevitable. 


Con esta publicación, Juliana Di María consolida su voz literaria tras debutar en 2024 con El reloj del juicio final, Matusalén I. Ahora regresa con un relato más íntimo, fresco y confesional, que convierte los recuerdos en canciones y las canciones en páginas. A veces me enamoro, pero se me pasa rápido es un libro que emociona porque habla de todos nosotros: de esa mezcla de nostalgia, ternura y esperanza que nos recuerda que, aunque los amores pasen, las huellas y la música permanecen.

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