Columnas de opinión

Por María Méndez presidenta y fundadora de Vacation is a Human Right (VIAHR).


¿Alguna vez has sentido que vuelves de las vacaciones más agotado de lo que te fuiste? No eres el único. En VIAHR lo escuchamos constantemente: personas que, en su afán por aprovechar cada minuto, terminan transformando sus días libres en una maratón de actividades que los devuelve a la rutina laboral, igual o más cansados que antes. 


La realidad es que descansar es un arte, y las vacaciones no siempre garantizan desconexión ni bienestar si no se planifican con conciencia. 


¿Por qué a veces no descansamos ni en vacaciones? 


La cultura de la hiperproductividad ha contaminado incluso nuestros días libres. Queremos “sacarle el jugo” a cada destino, no perdernos nada, hacer más, ver más, compartir más. Sin embargo, olvidamos que el propósito de una pausa es justo lo contrario: bajar el ritmo, reconectar, descansar.   


A esto se suma que muchas veces viajamos acompañados de nuestros propios hábitos laborales: revisamos correos, respondemos mensajes, seguimos pensando en pendientes. Aunque cambiemos de escenario, no cambiamos de mentalidad. 


María Méndez presidenta y fundadora de Vacation is a Human Right (VIAHR).

¿Cómo planificar vacaciones que realmente recarguen? 


Estas son algunas claves para diseñar unas vacaciones verdaderamente reparadoras: 


  • Prioriza el bienestar, no las fotos. El mejor recuerdo es tu bienestar físico y mental, no el álbum repleto. Es imprescindible algún tipo de desconexión digital, pues la sobreexposición a pantallas y la conexión constante al trabajo a través de dispositivos impacta negativamente en el descanso. Siempre recomendamos usar dispositivos separados para lo personal y lo laboral, desactivar notificaciones y planificar actividades sin pantallas. 


  • Equilibra descanso y actividad: No se trata de pasarse el día sin hacer nada, ni de incluir demasiadas actividades. Encontrar un punto medio que combine relajación con actividades placenteras es crucial. 


  • Experiencias nuevas y contacto con la naturaleza: Explorar nuevos entornos, especialmente en la naturaleza (playa, montaña, campo), puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y estimular la creatividad. 


  • Anticipa y planifica: La propia planificación de las vacaciones puede ser una fuente de felicidad y bienestar. La anticipación de nuevas experiencias y la organización previa pueden reducir la incertidumbre y aumentar los niveles de energía antes del viaje. Según un estudio del Institute for Applied Positive Research, el 97% de los entrevistados afirmó que planear un viaje los hace felices y el 74% que la planificación les permitía relajarse en medio de la incertidumbre previa al viaje. 


  • Escucha a tu cuerpo. Si necesitas dormir, duerme. Si necesitas caminar, hazlo. Si necesitas silencio, elige destinos que lo respeten. Y siempre recuerda el propósito. ¿Por qué tomas vacaciones? Para descansar. Mantén eso como prioridad, no como opción. Porque no es el destino… es cómo vives el viaje. 


Las pausas no son un lujo, sino una necesidad. Por eso, te invitamos a replantearte cómo estás usando tu tiempo de descanso y a buscar formas más conscientes de recargar energía.

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