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Con un desempleo cercano al 9% y una economía que muestra señales de desaceleración, las pymes enfrentan un escenario complejo: menor demanda interna, mayor presión de costos y dificultades para sostener sus niveles de productividad. 


Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la fuerza laboral sigue creciendo, pero la creación de empleo no avanza al mismo ritmo, generando un mercado laboral tensionado y altamente competitivo. 


Ante este panorama, surge una pregunta clave para el sector: ¿es posible producir más con menos recursos? 


Rodrigo Pavón, académico y CEO de FieldBeat, plataforma para empresas que realizan tareas en terreno, explica que “en tiempos de incertidumbre, la productividad es la variable que marca la diferencia entre sobrevivir o quedarse atrás. Las pymes no siempre tienen margen para grandes inversiones, pero sí pueden optimizar sus operaciones internas”. 


Pavón entrega cinco recomendaciones a las pymes y destaca que pequeñas mejoras en la operación pueden generar impactos significativos en los resultados del negocio. Lo fundamental es que las empresas ajusten su visión estratégica, apoyen sus decisiones en datos y utilicen la tecnología disponible en todos los ámbitos del negocio. 


1. Automatizar procesos repetitivos 

Digitalizar tareas repetitivas no complejas, tales como reportes diarios, seguimiento de ventas o documentación técnica para clientes, reduce errores y libera horas que pueden ser destinadas a actividades que le agreguen mayor valor al negocio. 


2. Medir todo lo que sea posible: tiempos y costos ocultos 

Muchas ineficiencias pueden pasar desapercibidas. Medir tiempos reales de trabajos ejecutados o identificar todos los costos internos (operacionales, administrativos) permite tener una visión detallada de la productividad de la empresa y realizar ajustes rápidos basados en datos, no en percepciones. 


3. Rediseñar los roles del equipo según prioridades reales 

No todos los cargos generan el mismo valor en contextos de crisis. Alinear al equipo, reasignar funciones y enfocar esfuerzos en actividades críticas puede aumentar significativamente la productividad sin la necesidad de contratar más personal. 


4. Reduce la fricción entre áreas: comunicación clara y flujos simples 

Cuellos de botella entre ventas, operaciones y administración pueden bajar la productividad. Establecer flujos de información más simples y utilizar herramientas colaborativas digitales puede evitar realizar trabajos duplicados y agilizar la operación diaria. 


5. Adopta tecnología flexible y de rápido retorno 

Las pymes no necesitan realizar grandes inversiones para mejorar su operación diaria. Utilizar soluciones tecnológicas de seguimiento de iniciativas claves, cobranza o desarrollo de proyectos pueden entregar resultados rápidos sin comprometer liquidez. 


Según Pavón, las empresas que implementen buenas prácticas como las descritas pueden lograr mejoras relevantes en pocas semanas. “Chile enfrenta una coyuntura desafiante, pero también se abre una oportunidad para modernizar la gestión laboral. Las pymes que apuesten por datos y eficiencia serán las que lideren la recuperación”, concluye el experto.

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