Pia Arismendi

Mientras me preparo para esta temporada de spooky season en Chile, la mirada siempre se desvía del hype de los estrenos al catálogo más profundo. Para mí, la verdadera magia de Halloween reside en el terror retro, ese cine que me enseñó a temer, y que, afortunadamente, aún encuentro resguardado en las bóvedas de HBO Max. 


Este año, más que nunca, siento que el terror moderno, tan enfocado en el gore explícito y el susto fácil, palidece frente a la maestría narrativa de los clásicos que nos visitan cada octubre. 


El Espejo Oscuro del Pasado: Clásicos Disponibles 


Cuando navego por la sección de terror, busco esos títulos que no necesitan efectos especiales de última generación para helarme la sangre. HBO Max me ofrece un santuario donde estos pilares del género siguen intactos: 


El Exorcista (1973): Es mi prueba de fuego anual. No es la película de posesión más aterradora, sino la más inquietante. Me conmueve cómo Friedkin construyó el pánico basándose en la fe tambaleante y la incomodidad auditiva. Ella nos recuerda que el terror más profundo reside en la violación de lo sagrado y la impotencia de la razón. 


El Resplandor (1980): Kubrick me obligó a aprender que el terror puede ser implícito. El Hotel Overlook no necesita fantasmas saltando; la locura de Jack Torrance, acentuada por la arquitectura opresiva, es suficiente para un estudio psicológico perfecto. Me siento atraída por esa espiral lenta hacia la demencia que se siente tan real como cualquier monstruo. 


Pesadilla en la Calle del Infierno (1984): Aquí veo la evolución del slasher. Freddy Krueger no es solo un asesino; es la personificación de mi miedo a perder el control mientras duermo. Su cinismo y sus juegos mentales son la antítesis del terror sombrío; es un terror cínico y burlón que me divierte tanto como me aterra. 


Una Crítica al Terror del Presente 


Mi amor por estos clásicos me obliga a hacer una pausa y reflexionar sobre lo que vemos ahora. ¿Por qué me siento más perturbada por el silencio de El Resplandor que por el jump scare de una película reciente? 


El Arte de la Sugerencia: Las películas de antes eran maestras en ocultar. El monstruo estaba siempre en las sombras, y mi mente tenía que hacer el trabajo sucio para completar la imagen. Hoy, el terror a menudo lo muestra todo, y al hacerlo, nos roba la oportunidad de crear nuestro propio miedo. 


Miedo con Significado: Los clásicos siempre estaban anclados a una ansiedad social fuerte: la pérdida de la inocencia, la amenaza comunista (Invasion of the Body Snatchers), o la crisis de la religión. Me pregunto a qué miedo colectivo responde el body horror de 2025, más allá de la estética impactante. 


El Villano Icónico: Me fascina cómo personajes como Freddy o Michael Myers se convirtieron en mitos. Hay una coherencia narrativa en sus horrores que a menudo se pierde en las franquicias actuales, donde los villanos parecen cambiar de motivación con cada secuela. 


Este Halloween, mientras elijo mi menú de HBO Max, reafirmo mi creencia: para sentir un miedo genuino y elegante, es necesario volver a los cimientos. La vieja guardia no solo sobrevive; critica silenciosamente a la nueva, recordándonos que el arte del terror se encuentra en lo que se insinúa, no en lo que se grita.

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