Edgardo Muñoz

Escoger un nuevo televisor tiene una complejidad que va un poco más allá de decidir entre resoluciones 4K u 8K, o que la pantalla sea entre OLED o Neo QLED. Cada vez más consumidores están entendiendo que el verdadero valor de la inversión está en el rendimiento que se obtiene por cada píxel y por cada centímetro de pantalla. Y en ese terreno, los televisores de gran formato de Samsung, desde las 75” hasta las 100 pulgadas, son imbatibles. 


Cuando hablamos de rendimiento, no solo pensamos en la potencia del procesador, el escalado de imagen con Inteligencia Artificial o la fluidez en videojuegos. También nos referimos al retorno que cada persona obtiene al comparar cuánto paga y cuánta pantalla recibe a cambio


En Samsung queremos invitar a mirar la tecnología de otra manera: un televisor no es solo un precio de lista, es una experiencia. Y esa experiencia, medida en superficie de pantalla y cantidad de píxeles disponibles, es proporcionalmente más conveniente en formatos grandes. Mientras más pulgadas eliges, más rendimiento obtienes”, explica Felipe Larraín, Branding Audio & Video en Samsung Chile. 



A modo de ejemplo, en el mercado chileno, un Samsung QLED 55” 4K puede encontrarse desde CLP $339.990, mientras que un Samsung Crystal UHD 85” 4K está disponible desde CLP $899.990 en la tienda oficial. Ambos ofrecen la misma resolución de 8,3 millones de píxeles, pero el modelo de 85” entrega una pantalla 2,4 veces más grande. En términos simples: el consumidor paga un poco más, pero recibe mucho más espacio visual, con un costo por centímetro de pantalla prácticamente equivalente. 


Esto significa que, por cada peso invertido, la experiencia se multiplica. Las escenas de una película se sienten más inmersivas, los videojuegos se expanden hasta llenar la sala y cada partido de fútbol se vive casi como en el estadio. Además, gracias a las tecnologías exclusivas de Samsung —como el procesador con IA que escala contenido a resoluciones cercanas al 8K, el sistema de sonido envolvente Object Tracking Sound y diseños minimalistas que se integran con cualquier espacio— la calidad de la experiencia audiovisual no solo crece en tamaño, sino también en detalle, realismo y potencia. 


La tendencia es clara: los televisores de gran formato ya no son un lujo reservado para unos pocos, sino una inversión inteligente para quienes buscan más rendimiento por su dinero. Al fin y al cabo, como resume Samsung, “cada píxel en una pantalla grande cuesta menos y entrega más”.

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