La expectativa por Wicked: For Good (Wicked Parte Dos) trasciende la taquilla; es la culminación de un fenómeno cultural que ha reescrito las reglas de la villanía. Si la primera parte nos introdujo al ascenso de Elphaba y Glinda en la Universidad Shiz, la Parte Dos promete sumergirnos en la oscura realidad de Oz, donde la bondad es un acto de sacrificio y la maldad es una etiqueta impuesta por el poder.

La llegada a la gran pantalla de Wicked Parte Uno no es solo la adaptación de un musical de Broadway; es un evento cultural que busca reescribir uno de los arquetipos villanos más famosos de la historia del cine: la Malvada Bruja del Oeste. Dirigida por Jon M. Chu, esta primera parte tiene la tarea crucial de sentar las bases de la amistad, la rivalidad y la política corrupta de Oz, convirtiéndose en un profundo análisis psicológico sobre el origen de la maldad y el poder destructivo del prejuicio.