El compositor chileno presenta un EP de cinco piezas inspiradas en la obra visual de Melania Macaya, fusionando lo acústico y lo digital para transformar la galería en paisaje sonoro.
En un mundo que nos empuja a la constante exhibición de éxitos, a la carrera incesante por la productividad y a la presión implacable de "ser nuestra mejor versión" a cada segundo, la pequeña frase "No siempre se puede brillar, a veces solo hay que respirar" emerge como un bálsamo, un suspiro de sabiduría urgente.