Edgardo Muñoz

Cuando Samsung llevó a cabo su primer Galaxy Unpacked en junio de 2009, el mundo recién comenzaba a entender las posibilidades de un teléfono inteligente. Desde entonces, cada edición de este tradicional evento ha marcado un hito. 


Hoy, camino al evento de este 9 de julio, vale la pena preguntarse: ¿cuánto ha cambiado realmente un smartphone en más de una década y media? La respuesta no solo se mide en megapíxeles o pulgadas, sino también en cómo esos dispositivos han transformado nuestra vida cotidiana. 


Estos son cinco cambios notorios que han vivido los teléfonos inteligentes en esta década y media. 


Pantallas: del toque básico a la experiencia inmersiva 


En 2009, las pantallas eran modestas: LCD de no más de 4 pulgadas, sin colores vibrantes ni gran definición. Hoy, los smartphones no solo crecieron en tamaño, también en posibilidades. 


Con paneles AMOLED de hasta 7 pulgadas, resolución QHD+ y tasas de refresco de 120 Hz o más, la experiencia se volvió visualmente cinematográfica. Además, la llegada de los formatos plegables, como el Galaxy Z Fold convirtió al teléfono en un dispositivo híbrido entre móvil y tablet, ideal para productividad o entretenimiento. 


Cámaras: de lo testimonial a lo cinematográfico 


La cámara trasera de 5 MP del pasado cumplía con registrar momentos. En 2025, en cambio, el smartphone es una herramienta profesional. Sensores de 200 MP, como en el Galaxy S25 Ultra, zoom óptico y digital de largo alcance, estabilización avanzada y funciones digitales hacen posible capturar imágenes en condiciones extremas. 


Además, gracias a la inteligencia artificial, ahora el teléfono sabe cuándo sugerirte un mejor ángulo, corregir iluminación o incluso borrar elementos no deseados con un solo toque. 


Procesadores y memoria: computadoras de bolsillo 


Los 512 MB de RAM de 2009 hoy resultan anecdóticos. En 2025, dispositivos como el Galaxy S25 integran procesadores de alto rendimiento con múltiples núcleos, con hasta 12 GB de RAM y chips especializados en IA. 


Esto permite tareas que antes solo se podían realizar en un computador de escritorio, como edición de video en 8K, traducción simultánea o generación de imágenes. El smartphone dejó de ser solo un teléfono: ahora es también un estudio creativo y una oficina portátil. 


Conectividad y redes: del 3G al tiempo real 


Mientras en 2009 navegar por Internet en el celular era una tarea lenta y limitada, hoy todo ocurre en tiempo real gracias a redes 5G —y pronto 6G—, sumadas a WiFi 7. 


Esto permite disfrutar de streaming en 4K, videollamadas sin latencia, juegos desde la nube y experiencias inmersivas en realidad aumentada. El mundo está literalmente al alcance de la mano, sin tiempos de espera. 


Ecosistema y vida inteligente 


Quizás el cambio más profundo ha sido el concepto del teléfono como eje de un ecosistema inteligente. Hoy, los dispositivos Galaxy no solo se conectan con audífonos o relojes: sincronizan agendas, controlan hogares, monitorean la salud y coordinan dispositivos a través de Galaxy AI. 


El teléfono pasó de ser herramienta a convertirse en un asistente personal con IA que aprende del usuario y lo acompaña activamente en su día a día.


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