Columnas de opinión

Por Ernesto Erdmann, CEO de ZeroQ.


En el ecosistema emprendedor, crecer no solo significa aumentar ventas o captar más clientes, sino también dar el salto hacia una estructura que permita escalar de forma sostenible. En ese camino, muchas startups se enfrentan a la pregunta clave: ¿cómo financiamos el crecimiento? Durante mucho tiempo, las respuestas más comunes han sido el venture capital o el crowdfunding, pero hoy surge una nueva alternativa que está cambiando las reglas del juego: Scalex.


Scalex, impulsado por la Bolsa de Santiago y Corfo, es un mercado alternativo de valores diseñado especialmente para empresas en expansión. Su propuesta es simple pero poderosa: abrir el acceso a financiamiento a través de inversionistas tradicionales, sin dejar de lado las exigencias de formalización que preparan a las empresas para dar el siguiente paso. Lejos de ser una barrera, estos requisitos —auditorías, estructuras de gobernanza, transparencia— son un filtro que entrega confianza y posiciona a las startups en un nuevo nivel.


En ZeroQ, por ejemplo, vimos en Scalex una oportunidad para dar ese salto. Más que solo capital, encontramos una forma de profesionalizar nuestra estructura y prepararnos para escalar de forma sostenible.


Sí, hay desafíos. Los costos iniciales, el cambio cultural en el equipo, y el trabajo que implica formalizar todo. Pero el resultado —acceso a capital, reputación y crecimiento— vale la pena.


Si Chile quiere ver a sus startups convertirse en empresas sólidas y sostenibles, es hora de mirar con atención mecanismos como Scalex.


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