La frase "Lo que callas, te consume. Lo que sueltas, te libera" es una verdad fundamental en la psicología de la expresión emocional. Más que una metáfora, describe el proceso neurobiológico y emocional por el cual la represión de sentimientos se convierte en una carga psíquica y física, mientras que la expresión, en sus múltiples formas, se convierte en un acto de purga y autoconocimiento. Este principio es la base de la mayoría de las terapias psicológicas, desde el psicoanálisis hasta la terapia cognitivo-conductual.
La coronación de Marruecos como campeón del mundo frente a Argentina fue vista, en promedio, por un millón 300 mil personas a través de la señal de Paramount. Desde su inicio, el torneo global alcanzó a más de 8 millones de televidentes, confirmando el interés de la audiencia por las grandes transmisiones deportivas.
En la arquitectura de las relaciones humanas, he llegado a una conclusión ineludible: el verdadero cemento que une a dos personas, más allá de la pasión inicial o los intereses compartidos, es la inversión de tiempo juntos. En una época donde la agenda y la productividad rigen nuestra existencia, el tiempo se ha convertido en el recurso no renovable más valioso que podemos ofrecer. Su gestión, o falta de ella, define la trayectoria de cualquier vínculo.
La frase "El nivel de crecimiento que puedes alcanzar es directamente proporcional al nivel de verdad que te puedes aceptar sobre ti mismo sin enojarte o huir" es una tesis central en la psicología del desarrollo y la terapia. No es un juicio de valor, sino una regla fundamental de la madurez emocional. Afirma que la capacidad de una persona para crecer, aprender y transformarse está limitada por su disposición a enfrentar su propia realidad interna, sin recurrir a mecanismos de defensa que distorsionan la autopercepción.