El Pan de Muerto es mucho más que un dulce de temporada; es el corazón de la ofrenda del Día de Muertos. Su sabor a azahar y su textura esponjosa representan el cuerpo del difunto, y sus "huesitos" de masa son un recordatorio de los ciclos de la vida y la muerte. Si buscas una conexión profunda y aromática con esta tradición, hornearlo en casa es el camino.
En el deslumbrante tríptico de las Huntrix, donde Rumi es el fuego carismático y Zoey es el ancla leal, emerge una figura que, a menudo en silencio, encarna la complejidad psicológica más profunda del grupo: Mira. La idol de pelo azul y mirada penetrante, que en el escenario es la personificación de la disciplina y la coreografía perfecta, esconde tras su fachada un muro emocional que resuena profundamente con la experiencia moderna de la defensa psicológica a través de la distancia.