Llega diciembre y con él ese torbellino de compromisos que parece no tener fin. Cierres laborales, actos escolares, compras de regalos, reuniones familiares y balances personales se combinan en una agenda que exige más de lo que muchas veces podemos dar. No es casualidad que, para gran parte de las personas, el fin de año se convierta en una etapa de sobrecarga emocional y cansancio acumulado.
El broncopulmonar infantil de la Clínica Indisa, Pedro Astudillo, asegura que este año hay más virus circulando, por lo que es un “período complicado” para las enfermedades respiratorias.
Después de los 50, muchas personas comienzan a experimentar dificultades para oír conversaciones o distinguir sonidos. El envejecimiento del oído puede pasar desapercibido, pero reconocer sus síntomas a tiempo permite acceder a tratamientos que mejoran la comunicación, la vida social y la salud mental de quienes lo enfrentan.
El NAD⁺ actúa como regulador del metabolismo energético en las células. En términos deportivos, esto se traduce en una mayor eficiencia en la producción de ATP, la molécula energética que alimenta cada contracción muscular. A medida que envejecemos, los niveles de NAD⁺ disminuyen, lo que puede provocar fatiga, pérdida de fuerza y menor capacidad de recuperación.
Mientras el mundo se obsesiona con la salud física, una amenaza invisible avanza sin freno. El Alzheimer y otros tipos de deterioro cognitivo afectan ya a más de 55 millones de personas en el planeta.
Detectar alteraciones en el descanso, como ronquidos y apneas, es crucial para evitar otras enfermedades graves derivadas de la falta de oxígeno en el cerebro.