Edgardo Muñoz

En la tercera versión del Seminario Estado Digital, Felipe Mancini, presidente de Chiletec (Asociación de Empresas Chilenas de Tecnología) y CEO de Asimov Consultores, planteó una reflexión sobre los desafíos que enfrenta Chile para avanzar hacia una transformación digital real del Estado, centrada en las personas y en la confianza. 


El ciudadano no es uno distinto en el mundo público y otro en el mundo privado: es el mismo ciudadano”, dijo Mancini, subrayando la urgencia de integrar los servicios de ambos ámbitos de manera segura y accesible. Según explicó, el foco de la digitalización debe estar en garantizar experiencias simples, confiables y equitativas: “¿Cómo hacemos la integración de servicios de forma segura? ¿Cómo damos confianza? ¿Y cómo incluimos a quienes la tecnología aún no les llega fácilmente, como las personas mayores?”. 


Durante su intervención, el ejecutivo de la empresa chilena que desarrolla tecnología para el sector público y privado sostuvo que la transformación digital del Estado no puede reducirse a la implementación de programas tecnológicos, sino que debe comprenderse como una estrategia de valor público. “La integración tecnológica no es simplemente un programa de servicios; son servicios estratégicos, diseñados con una mirada de productividad, ciberseguridad y mejora continua”, afirmó. 


En esa línea, Mancini mencionó que la modernización del aparato estatal requiere definir estándares comunes y una gobernanza clara en torno a la identidad digital y la interoperabilidad: “Necesitamos hablar de estándares de integridad y de inteligencia institucional. En países como Estonia o en otros de Europa, la identificación digital ya es un habilitador de desarrollo y atracción de inversión. Chile puede avanzar en ese mismo camino”. 


El líder gremial también se refirió a la importancia de la colaboración público-privada como motor de innovación, indicando que la experiencia chilena en materia tecnológica puede servir como base para un modelo más ágil y eficiente. “Este encuentro demuestra que no existen sistemas cerrados; hay un solo propósito compartido: acelerar el trabajo público desde la trinchera del mundo privado, con innovación y compromiso”, sostuvo. 


Construir un Estado digital requiere diversidad, ética y excelencia. Es un camino que debemos recorrer juntos, con la participación activa de todos los sectores y con una visión centrada en las personas”, concluye.

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