La conversación en torno a la soberanía digital está cobrando fuerza en todo el mundo. En el clima actual de incertidumbre geopolítica y competencia tecnológica, es tanto natural como necesario que las naciones busquen un mayor control sobre su futuro digital. El verdadero problema no es si los países deben perseguir la soberanía en sectores críticos, sino cuál es la mejor manera de lograrla.
Las discusiones sobre inteligencia artificial ya superaron la fase “futurista”, cuando muchos hablaban de plataformas complejas, equipos especializados y altas inversiones. Era un movimiento limitado a empresas con una estructura tecnológica madura y robusta. Esto cambió rápidamente con la incorporación de la tecnología en los dispositivos móviles. Hoy, la IA dejó de ser una promesa distante para convertirse en una herramienta práctica que ya transforma operaciones en distintos sectores a partir de un simple toque en la pantalla de un smartphone, por ejemplo.
Saoko Vol. 1 Deluxe no es solo una experiencia sonora: es una declaración de identidad.